Ingredientes para un molde desmontable (24 cm de diámetro):

Tarta de chocolate:

  • 100 g de mantequilla
  • 150 g de azúcar
  • 3 huevos
  • 50 g de harina
  • 120 g de cobertura de chocolate negro, líquida
  • 2 cucharadas de cacao en polvo

Salsa de vainilla:

  • 250 ml de leche
  • 4 cucharadas de azúcar
  • Pulpa de 1 vaina de vainilla
  • 3 yemas grandes
  • Zumo de limón para condimentar

Crema de chocolate:

  • 50 g de cobertura de chocolate negro 
  • 50 g de nata
  • 1 cucharilla de té de azúcar moreno
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  • Cacao en polvo para espolvorear
  • 100 g de arándanos frescos
  • Azúcar glas para espolvorear
  • Menta fresca para adornar

Tarta de chocolate jugosa con salsa de vainilla

Preparación:

  1. Precalentar el horno a 180°C (aire caliente). Introducir la mantequilla y el azúcar en una fuente mezcladora. Batir con las varillas hasta que adquiera una consistencia espumosa. Incorporar los huevos, la harina, la cobertura y el cacao en polvo y seguir batiendo otros 10 minutos. Introducir la masa de chocolate en el molde desmontable, cubierto con papel para hornear, y hornear durante 20 minutos. Cubrir suavemente con un paño de cocina y dejar enfriar. 
  2. Para la salsa de vainilla, llevar a ebullición leche, azúcar y pulpa de vainilla. Introducir la yema en una fuente de metal. Incorporar el líquido hirviendo al huevo sin dejar de remover con las varillas. Poner la fuente al baño maría y seguir removiendo hasta que el líquido espese. Retirar la salsa del baño maría y pasarla a una fuente fría. Añadir zumo de limón al gusto y poner a enfriar.
  3. Derretir la cobertura de chocolate negro al baño maría. Dejar enfriar ligeramente. Batir la nata, mezclar con la cobertura líquida y el azúcar e introducir en una manga pastelera. Dejar enfriar.
  4. Poner la salsa de vainilla en platos. Cortar la tarta de chocolate en formas rectangulares y espolvorear con cacao en polvo. Colocar sobre la salsa. Espolvorear los arándanos con azúcar glas y repartir sobre los platos. Decorar los platos con la crema de chocolate y la manga pastelera. Adornar con menta fresca y servir.


Consejo: Cubrir la tarta restante y dejar reposar hasta el día siguiente. Rociar con un poco de Calvados al gusto. La tarta sabe mejor a temperatura ambiente. Si no tiene una manga pastelera a mano, puede introducir la crema en una bolsa de plástico. Luego solo hay que recortar un pequeño orificio en la esquina y ya puede utilizarla como si fuera una manga pastelera.